Se denomina obsolescencia programada a la programación del fin de la vida útil de un producto o servicio, de modo que éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa.
Benito Muros, presidente de la SOP (Sin Obsolescencia Programada), movimiento que denuncia la
obsolescencia programada, está amenazado de muerte por crear, junto con otros ingenieros, una línea de iluminación que dura toda la vida. El investigador se inspiró en una una bombilla de un parque de bomberos situado en Livermore, California, que lleva encendida más de 100 años.
Está fabricada a partir de la tecnología LED (del acrónimo inglés LED, light-emitting diode:‘diodo emisor de luz’), y todos sus componentes se pueden manipular por separado, desmontar y cambiar. Así, se ha logrado una iluminación equivalente a una bombilla de 90-100 watt incandescente con un consumo de 3,5 vatios. Teóricamente en los próximos 80 o 100 años no se debería estropear, pero en ese caso, se podría reparar en un taller.
El secreto está en los componentes electrónicos, que son componentes de alta calidad y permiten la durabilidad de la bombilla (y que no se usan para la fabricación de bombillas).
El ingeniero, en una entrevista publicada en www.eleconomista.es. explicó que “con la bombilla reparable pretendo demostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera: de forma sostenible. Nuestro objetivo es hacer una sociedad más justa. Aunque eso suponga estar amenazado de muerte y pasar miedo”.
“El consumo de nuestra sociedad se basa en productos con fecha de caducidad. Cambiar esto supondría cambiar nuestro modelo de producción y optar por un sistema más sostenible. Los fabricantes deben ser conscientes de que las crisis de endeudamiento como la que vivimos son evitables, y que podemos detener el crimen ecológico.”
Durante la entrevista el creador de esta bombilla mostró su denuncia:”Señor Muros, usted no puede poner en el mercado sus sistemas de iluminación. Usted y su familia serán aniquilados”.
Sus bombillas pueden ser compradas online por precio de 28 euros más IVA. No se encuentran en grandes almacenes, ya que estos viven de las bombillas que se funden. Los fabricantes sacan tanto beneficio de la obsolescencia programada que incluso, han ofrecido ofertas millonarias a los creadores de estas bombillas para que no las saquen al mercado.
