NUEVAS BICIS
La nueva moda de las fixies.
Las
bicicletas fixies, una forma pija de llamar a las bicicletas de piñón fijo,
están revolucionando el asfalto de las ciudades más cosmopolitas del mundo.
Las
modas siempre vienen pisando fuerte, y no te conviertes en un verdadero hipster
sino llevas una de estas bicis de ‘postureo’.
Estas bicicletas sin punto
muerto regresan a la época más retro de este vehículo; sin frenos, sin cables y
sin marchas. Ligeras como plumas, se reducen a dos ruedas, un sillín, un cuadro
y un manillar.
Para presumir hay que sufrir y para montar una fixie hay que
demostrar cierta destreza. Lo primero, si en tu camino te topas con una cuesta,
tienes que saber que a piñón fijo, pierna y pulmón. Pero peor es para frenar.
Si se
trata de una frenada prevista, habrá que disminuir el ritmo del pedaleo hasta
parar la bicicleta por completo. Si se trata de frenar en seco, habrá que
bloquear la rueda trasera para hacerla derrapar ejerciendo contrapresión en los
pedales. Práctica, mucha práctica. La combinación de ligereza -equivalente a
velocidad- piñón fijo, y la ausencia de frenos, nos dan como resultado un
abanico de acrobacias: saltos de vértigo, pedalear marchas atrás, girar el
manillar 180º, caballitos y derrapes muy vistosos.
Estas
bicicletas, que tienen más de 100 años, surgieron en ciudades como Londres,
Boston o Nueva York donde los mensajeros necesitaban un vehículo ligero que les
permitiese moverse por las calles de estas metrópolis que no dejaban de crecer.
Sin embargo, la nueva cultura de lo fixie ha resurgido en Estados Unidos como
un halago a lo intrínseco y sencillo, reinventando un concepto antiguo en algo
muy atractivo que pocos podían apreciar.
En
Europa esta moda se ha extendido por Ámsterdam, Londres, Estocolmo y Berlín. En
España la tendencia va más lenta pero no se detiene. En Barcelona y Madrid ya
se pueden encontrar un par de clubs y tiendas especializadas en fixie.
Pero
por supuesto, de comprarte una ni hablar. La filosofía retro de las fixies
conlleva a que si quieres tener una, debes trasformar una bicicleta vieja. Es
decir, quitar todo lo que le sobra y poner un sillín vintage.
Si por
el contrario, no te atreves con la caja de herramientas y aún así quieres una,
debes saber que las grandes marcas ya le han echado el ojo a esta moda y
puede salirte por unos 600€ llevártela a casa.
BY CARLOS FERRUZ CON JAIME CEBOLADA
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